lunes, 27 de marzo de 2017

8. Rol de las TIC en el cambio educativo

Las tecnologías no actúan sueltas, sino que se insertan en estructuras sociales y culturales complejas.
Como ya nos demostraron los investigadores Pinch y Bijker (1989), el determinismo tecnológico es un mito peligroso. Siempre hubo muchas opciones tecnológicas, pero ¿por qué algunas triunfan y otras no? Solo si miramos los procesos sociales que dan vida y sentido a las tecnologías podremos comprender su trayectoria.

¿Por qué triunfaron el pizarrón, el cuaderno de clases, el libro de texto? ¿Solo porque alguien los inventó o los supo vender bien al político de turno? No, en cada caso, estas tecnologías se alinearon con ciertas necesidades profundas del sistema educativo: el método expositivo como núcleo de la enseñanza en el aula (el pizarrón); la realización de ejercicios que requería hacer visible y evaluable el trabajo continuo de los alumnos (el cuaderno); la necesidad de masificar los contenidos curriculares a través de la implementación de formatos comprensibles y de uso diario (el libro de texto).

Para comprender a las tecnologías educativas (y sus posibles impactos) debemos pensarlas como parte de ambientes sociales y culturales. Los grandes cambios tecnológicos son flujos, no inventos singulares. No importa tanto la tecnología específica que se cree, sino cómo se inserta en un paisaje nuevo de sentidos para los alumnos y docentes. Esto nos invita a pensar en verdaderas ecologías educativas.

Los nuevos medios y tecnologías cambian nuestro mundo de relaciones humanas, cognitivas, culturales. Así lo sugería ya hace medio siglo Marshall McLuhan, el revolucionario pensador de los medios de comunicación: “una nueva tecnología extiende uno o más de nuestros sentidos hacia el mundo social (…) es como cuando una nota se agrega en una melodía” (McLuhan, 1962).

No es tanto si la escuela tiene o no sala de computadoras, sino qué tanto está cambiando la forma en que funcionan los cerebros de los alumnos hiperestimulados por la nueva sensorialidad que proponen las pantallas. Quizás sea más importante para un docente saber qué tipo de consumos culturales tienen sus alumnos que tener conectividad en una pizarra electrónica. Las reflexiones pedagógicas y de política educativa deben partir de lo que estas nuevas conexiones tecnológicas significan, no de la tentación permanente por consumir lo nuevo.

Las tres claves articuladas para el uso de las TIC en la política educativa




¿La tecnología se usa para repetir o para cambiar las pedagogías?




¿Qué lograron realmente las TIC en la educación?          

Los efectos de introducir en forma masiva las nuevas tecnologías al sistema educativo son inciertos. Las evaluaciones de impacto son contradictorias, incluso sobre los mismos casos de política. A veces, las propias evaluaciones son un reduccionismo dado que no dejan pasar el tiempo suficiente para evaluar intervenciones complejas o utilizan mediciones tradicionales de aprendizajes, cuando lo que se está proponiendo es cambiar los arquetipos educativos con las TIC.

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